Juan Diego Alzate, entrenador de ICC y experto en supply chain, aporta algunas recomendaciones para que el ferretero adapte su modelo de abastecimiento durante la crisis:
El comportamiento irracional motivado por la pandemia, trae complicaciones: consumo patológico durante la crisis (comprar compulsivamente abarrotes como si la crisis fuera de producción y distribución y no de un virus), desviación en los comportamientos de compra en casi todos los sectores, pánico financiero en algunos, temor a invertir, aplazamiento de inversiones, consumo compulsivo de algunos artículos especialmente de aseo y salud, y en fin, hasta compra irracional y compulsiva de bienes de consumo.
En términos de su empresa, generará entonces lo que llamamos en administración de la cadena de abastecimiento, efectos látigo y efecto escasez: la distorsión en la información entre abastecedores hasta minoristas, alentados por un consumo no acostumbrado – irracional -(hacia más o hacia menos), hace que los inventarios del sistema de valor se "queden" o "desborden" y por tal aumente su costo general, para todos. Es una arritmia cardíaca pero del sistema de abastecimiento. La distribución es una canción con un ritmo determinado, que entre más suave y armónico sea, mas rentable y eficiente será.
Este efecto látigo hace que río arriba cada vez sea más grande la distorsión y esos cambios bruscos de ritmo generan exceso de inventarios en algunos, y falta en otros. Eso genera costos elevados a todo el sistema.
De modo que usted debe hacer un esfuerzo por conocer, río arriba y río abajo de su cadena de valor (proveedores y distribuidores) las expectativas reales de consumo para evitar tal efecto de látigo. Nuevamente, la palabra clave es liderazgo suyo, señor gerente. Dialogue con los actores de su cadena de abastecimiento para tratar de compartir información y regresar el ritmo de distribución a las ecuaciones normales del año corrido anterior.
De otra parte, el efecto escasez hace que, la patología en los patrones de consumo generen pánico a la venta perdida y los minoristas tienden a aumentar sus pedidos pensando que no les va a llegar completo.
Como un ejemplo, esto es tal como ocurrió en los primeros días del aislamiento obligatorio que, las personas salen a comprar compulsivamente alcohol y el minorista tratará de aumentar los pedidos al máximo de despacho posible: cuando las cosas se normalicen, van a terminar abarrotados de alcohol. Ya veremos como, pase lo que pase, en las droguerías habrá promociones de este bien en 3 mese. Esto es irracional, pero es que el consumidor es irracional, porque somos irracionales, punto.
Este costo por la desviación, el juego de escasez, se puede contrarrestar de nuevo, con el liderazgo sobre la cadena de abastecimiento. Controlando entre todos los actores (proveedores hasta distribuidores) los flujos para normalizarlos racionalmente.