Un periodo de incertidumbre para la industria del acero

El 2017 ya llegó a su mitad, y las predicciones que advertí­an algunas dificultades con el comportamiento del acero, el hierro y los abrasivos, se cumplieron. Según algunos expertos en el tema, este no ha sido el mejor año para el segmento de materiales pesados, y quienes se dedican a su comercialización tienen que hacer toda clase de ‘maromas' para que sus finanzas no se vean perjudicadas. Por factores como la reforma tributaria y el aumento de importaciones de la China, desde finales del año anterior la incertidumbre se habí­a tomado la industria siderúrgica. Seis meses después, el panorama no es muy diferente: productores y comerciantes han sentido una baja significativa en la producción de estos materiales, en comparación con la de 2016. Según Juan Felipe Gutiérrez Florian, Jefe de Mercadeo de Corpacero S.A., el primer trimestre de este año, "el consumo ha disminuido y el precio de las materias primas ha aumentado; lo que pone en dificultades al sector. Se han hecho inversiones en infraestructura y capacidad por parte de las empresas, pero es más caro el insumo". Su visión es compartida por otros importantes distribuidores nacionales, que consideran que el 2016, en materia de números, fue mucho mejor. Así­ lo afirma José David Villa, Gerente Comercial de Hierros de Occidente, quien asegura que "ha sido un año algo reprimido en las ventas. El acero importado hace que cada dí­a la demanda sea más alta. El precio no mejora y hay demasiada oferta en los puertos". Para Villa, el exceso de importaciones obliga a los distribuidores y comercializadores a volverse más eficaces a la hora de llegar al cliente final. Ya que la competencia es cada vez mayor, hay más compañí­as trayendo acero al paí­s y muchas, incluso, se saltan el canal de distribución tradicional. "En la actualidad hay muchos importadores grandes que llegan a las obras finales, sin necesidad del canal de distribución. Ellos manejan los precios y suministran las cantidades que el cliente requiera, mientras que las fábricas nacionales tienen un mí­nimo de toneladas para hacer una entrega". Razón por la que, según el representante comercial de Hierros de Occidente, la atención al cliente se vuelve la herramienta principal para mantenerse en el negocio.