¿De quién es la culpa?

Que la mala calidad y el contrabando de materiales de construcción son cada vez más comunes en el mercado nacional, es una realidad. Durante el último año en Colombia se han conocido muchos casos de edificaciones de diferente tipo que deben ser desalojadas debido a su vulnerabilidad y el riesgo de desplomarse. Aunque no hay que dejar de lado la falta de aseguramiento por parte de los encargados y supervisores de este tipo de obras, en buena medida la causa es la mala calidad de los materiales con los que son construidas. Existen muchas razones para que esto suceda, pero sobre todo la búsqueda de precios bajos en detrimento de la calidad, y la entrada masiva de materiales de contrabando al paí­s, que se han distribuido por varias regiones. De acuerdo con Jorge Jiménez, la situación responde a que muchas veces los productos "no cumplen con las diferentes regulaciones que han empezado a regir en el paí­s a través de las NORMAS Tí‰CNICAS COLOMBIANAS, las cuales se desarrollan en conjunto con los principales productores de cada categorí­a, que buscan que los beneficiarios y clientes finales no tengan ningún tipo de eventualidad". Por su parte, Felipe Valderrama de Henkel Colombiana, asegura que antes de entrar culpar a "una legislación laxa", es necesario entender la responsabilidad que implica para el comprador la selección de buenos materiales. "No podemos seguir siendo ligeros y cortoplacistas en esta toma de decisiones, pensando únicamente en el aparente producto más barato de manera inmediata" sin evaluar los costos que podrí­an implicar.

De los distribuidores depende que la oferta de materiales de construcción defectuosos deje de estar en las vitrinas.

Esto sugiere que, más allá de las circunstancias externas (contrabando, mala calidad, etc.) la forma de evitar que estos productos lleguen al mercado es que los compradores no los incluyan dentro de sus portafolios. Valderrama asegura que, "si los productos defectuosos o de contrabando no cuentan con demanda por parte del consumidor final, se perderá la viabilidad y conveniencia para algunos de su comercialización". En este sentido, es determinante que los ferreteros y todos aquellos que comercializan materiales de construcción y cemento estén alineados con la necesidad de exigir la calidad de los productos a los proveedores, ya que de esto no solo depende su prestigio, sino la integridad de sus clientes.